As the Choosing Wisely campaign enters its final stages, Owen Dyer looks at whether it can change practice http://t.co/B8BfPvPdED
— BMJ (@bmj_latest) October 4, 2013
Owen Dyer, un periodista col·laborador habitual del British Medical Journal, arran de la Campanya Choosing Wisely d'ABIM Foundation (una llista de recomanacions de pràctiques clíniques que tant els metges com els pacients s'haurien de qüestionar) a EUA, fa una valoració sobre si les llistes de recomanacions contra pràctiques clíniques de poc valor aconseguiran canviar l'statu quo o si, per contra, la dinàmica del sistema se les engolirà com ho ha fet amb tantes altres iniciatives.
Per posar ombres sobre l'efectivitat de l'instrument, Dyer ha escollit una cita de l'escriptor Upton Sinclair: "És difícil aconseguir que un home entengui alguna cosa, sobretot si el seu salari depèn de no entendre-la". De tota manera, el periodista creu que si els metges no són capaços de lluitar, amb criteris estrictament clínics, contra el malbaratament de tanta prova inútil i de tanta sobreactuació, acabaran sent les asseguradores i els governs qui ho hauran de fer, i lògicament ho faran de manera menys recomanable, sobretot per a la salut de les persones.
Per què he escollit ser metge? Aquesta és la qüestió. La campanya Choosing Wisley tracta de professionalisme, i no de medicions ni d'incentius, i és per aquí, segons Dyer, per on cal avançar. Els metges van jurar no fer mal a les persones amb les seves accions, continua raonant el periodista, i per aquest motiu haurien de tenir molta cura a no ser partícips d'actuacions clíniques que se sap que són prescindibles.
Quien ha de luchar contra el malbaratament??
ResponEliminaEl médico ??, la institución??, el gobierno???
La teoría es fácil de entender y ciertamente compartida: pruebas que no sirven para nada no aportan ningún valor a la salud y aumentan el sobrecoste del proceso. He aquí la respuesta.Como casi siempre, en la práctica, quien debe revertir las prácticas abusivas suele ser quien las paga. Quién paga el exceso de mamografias en la sanidad pública? El gobierno. Y en la sanidad privada??El seguro privado de salud. Delegar la responsabilidad de la reversión de estas prácticas en el último eslabón de la cadena que representa el médico me parece estéril. Vivimos en una sociedad de consumismo a todos los niveles y la sanidad no es una excepción. Una mamografia de más no sirve de mucho al igual que no sirve de mucho unos zapatos de más en el armario o un coche de más en el garaje. Quién debe educar en el no consumismo??? Probablemente aunque es tarea de todos, la realidad es que el médico que no pide pruebas se queda sin paciente porque se va a otro médico que se las pida. " He ido al médico y no me ha pedido nada, menudo médico". Si queremos cambiar hábitos perniciosos para evitar un sobrecoste que nos afecta a todos, debemos actuar sobre todos los eslabones de la cadena que intervienen en el proceso de salud.
No estoy de acuerdo. Es verdad que tiene que haber controles de calidad de parte del pagador o financiador. Muchas veces esos “controles” no son de calidad sino que se basan solo en criterios financiaros, de costes. Es el fondo ético y moral el que tiene que prevalecer. La prueba o el tratamiento están indicados o no. Beneficiarán o perjudicarán o simplemente no aportarán más información. Ese es el meollo. No es solo perjuicio o beneficio en la salud sino en todo lo que encierra el entorno del individuo sujeto de la decisión médica, esto es, lo social, lo económico, lo espiritual o lo moral.
EliminaEs preferible no tener un paciente que espera que siempre le pidamos pruebas. Para empezar no habrá entendido que nuestra misión es ayudarle, como corresponde a la relación médico-paciente, aunque esa ayuda implique decisiones o recomendaciones que no sean agradables.